-¿Qué haces? ¿Ya te estás poniendo un cubata?- Preguntas entrando de sopetón en la cocina, como si me sorprendieses en alguna ilegalidad.
-¿Desde cuándo una tónica es un cubata?- Contesto impertérrito, sin apartar la vista de los cubitos de hielo que ascienden por el vaso conforme aumenta el nivel del líquido vertido.
-Sí, ya, ahora disimulas. Tengo hambre, hazme algo.
-¡Ja, vas lista! No haberte dejado la cena sin probar.
-Antes no tenía hambre, ahora sí. Hazme unos fideos instantáneos, porfiiii- Dices poniendo morritos como cuando tenías cinco años.
La carcajada que me provoca tu petición casi consigue que el primer sorbo de tónica salga disparado de mi boca como si fuese un aspersor.
-Si eres mayor para votar y llegar a casa a las seis de la madrugada, también lo eres para calentarte un vaso de agua en el microondas y echársela a unos fideos. A mí me dejas tranquilo.
Contesto camino de la puerta, con intención de disfrutar de algún documental en esa última hora de vigilia en la que consigo ser dueño del mando a distancia, pero rápidamente me cortas el paso y rodeándome con tus brazos pones en juego tu táctica habitual.
-Anda venga, no seas malo- Dices mientras me abrazas con fuerza y apoyas tu cabeza en mi pecho impidiendo mi huida.
-Suéltame Loli. Ya eres bien grandecita, háztelo tú- Levanto mis brazos y forcejeo intentando que no se derrame mi refresco.
Separas las cabeza de mi pecho y sin aflojar el abrazo miras hacia arriba con cara de niña buena.
-Porfa, porfa, porfaaa.
Tu cuerpo se separa ligeramente del mío y la apertura que se forma entre tu torso y el pijama de tirantes que llevas puesto me permite ver tus pequeños pechos adolescentes, de tiernos, rosados y agudos pezones, que apuntan siempre al frente amenazando con atravesar todo lo que se les ponga por delante.
-Suéltame por favor- Te pido mientras intento mirarte seriamente a los ojos y no desviar mi vista a tus pechos.
-Solo si me haces los fideos. Movo o bumbum para trás, separando minha entreperna do seu abdômen e evitando que possas notar como meu membro aumenta de volume por momentos de forma involuntária.
-Joder Loli, tá bem-
Sem ver outra saída terminei por desistir e seus braços me libertam imediatamente.
-Cuando estiver, traze-o para a sala de estar por favor-
Dizes enquanto desapareces pela porta como se nada.
Tres minutos mais tarde o ¡clink! do micro-ondas avisa que a água está fervendo. A viro no recipiente e em menos de um minuto cruzo a porta do seu quarto para lhe dar meus malditos fios.
-Aqui tens Lolita.
Te incorporas ligeiramente na cama e pegas o recipiente em fumo sem desviar a vista do seu estúpido programa de televisão.
-¿Deseja algo mais a senhora?- Pergunto como reproche.
-Não, isso é tudo. Já pode ir ao banheiro se lavar, você é um bocado-
Não sequer me diriges a mirada.
¡Touché!
-Joder Loli, tá bem-
Sem ver outra saída terminei por desistir e seus braços me libertam imediatamente.
-Cuando estiver, traze-o para a sala de estar por favor-
Dizes enquanto desapareces pela porta como se nada.
Tres minutos mais tarde o ¡clink! do micro-ondas avisa que a água está fervendo. A viro no recipiente e em menos de um minuto cruzo a porta do seu quarto para lhe dar meus malditos fios.
-Aqui tens Lolita.
Te incorporas ligeiramente na cama e pegas o recipiente em fumo sem desviar a vista do seu estúpido programa de televisão.
-¿Deseja algo mais a senhora?- Pergunto como reproche.
-Não, isso é tudo. Já pode ir ao banheiro se lavar, você é um bocado-
Não sequer me diriges a mirada.
¡Touché!
1 comentários - Estou com fome.
Este microrelato me gusta especialmente. No aparece sexo directamente, pero creo que consigue dejar el morbo por todo lo alto y fue un reto que me propuse personalmente el concentar todo eso en 200 palabras.
Cuando menos es más y la mente del lector hace el resto.
Agradezco los puntos y los comentarios enormemente. Respenderé a los correos en xavimys@outlook.es.