Lo veneraría como un altar de sacrificios, lo profanaría con codicia interminable, lo azotaría como a la fuente de todos los males, lo lamería como si de su sanación dependiese el futuro previsible.
Y me dejaría de pavadas y me lo cogería como merece el orto de una puta.
Embarrar mis rostro ahí para sentír tu aroma, abriendome paso entre tus nalgas hasta llegar a tu ano y lamerte lentamente, hasta dejarla lubricada y dilatada, para ingresar con mi verga a tu cavidad a analy sentir como el anillo de tu ano aprieta mi verga
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Y me dejaría de pavadas y me lo cogería como merece el orto de una puta.